Parte I
AVANT #6 repasa la trayectoria artística de Eduardo Polonio a través de este monográfico.
En un ámbito tan fragmentario como el de la música electrónica española durante los años sesenta y setenta, la figura de Eduardo Polonio (Madrid, 1941) fue poco menos que decisiva para aportar personalidad, cohesión e ingenio a un circuito que a menudo se caracterizó por el uso y abuso de cánones importados de países vecinos. Su apellido permanece hoy ligado al de algunos de los proyectos e instituciones que décadas atrás situaron a España en el mapa europeo de la música contemporánea: el Grupo Koan, el Laboratorio Alea en Madrid, el grupo Alea Música Electrónica Libre (el primer grupo de música electroacústica en directo del estado), la Fundación Phonos en Barcelona, el Àrea de Creació Acústica de Mallorca o el Gabinete de Música Electroacústica de Cuenca. Pero Polonio no es solo un pionero de eso que en su día se llamó “nueva música”. Su obra, de raíz académica y al mismo tiempo reciamente ligada a diferentes manifestaciones de lo popular, del folklore al pop, pasando por la mitología clásica, habita en un lugar extraño, oscuro e indescifrable, cargado de ironía, significados y juegos, y siempre a una distancia prudencial de la ortodoxia electroacústica.
Hace treinta años que Eduardo Polonio abandonó casi por completo la instrumentación tradicional para entregarse a la exploración de los matices y posibilidades de sintetizadores, computadoras, cintas magnéticas y otras fuentes. A partir de esa incansable investigación sonoro-humanística, el madrileño ha dado forma a un generoso número de trabajos de distinto corte, desde breves piezas electrónicas hasta óperas y bandas sonoras para teatro, interaccionando a menudo con artistas visuales (Eugeni Bonet, Pablo Monedero, Carles Pujol o Toni Rueda, entre otros) para sus performances en directo en las que el compositor actúa frecuentemente como intérprete y maestro de ceremonias, acercándose de nuevo al paradigma pop.
ENG
The first instalment of the monographic dedicated to Eduardo Polonio is an interview that looks back over his whole career, with the testimony of Claudio Zulián.
In a field as fragmentary as Spanish electronic music of the sixties and seventies, Eduardo Polonio (Madrid, 1941) was a virtually crucial figure, bringing personality, coherence and ingenuity to a scene that was often characterised by the use and abuse of canons imported from neighbouring countries. Today, his name remains linked to some of the projects and institutions that helped to place Spain on the European contemporary music map a few decades back: Grupo Koan, Laboratorio Alea in Madrid, Alea Música Electrónica Libre (the country’s first live electroacoustic music group), Fundación Phonos in Barcelona, Àrea de Creació Acústica in Mallorca and the Gabinete de Música Electroacústica in Cuenca. But Polonio wasn’t just a pioneer of what was once called “new music”. His work, rooted in the academic tradition and at the same time vigorously connected to different forms of popular music, from folk to pop to classical, occupies a strange, shadowy, unfathomable space, full of irony, multiple meanings and games, always keeping a prudent distance from electroacoustic orthodoxy.
Thirty years have gone by since Eduardo Polonio almost completely abandoned traditional instrumentation in order to devote himself to exploring the nuances and possibilities of synthesisers, computers, magnetic tape and other sources. Based on his untiring sound-humanistic research, this artist from Madrid has shaped a generous number of works of different kinds, from short electronic pieces to operas and soundtracks for theatre, often interacting with visual artists (Eugeni Bonet, Pablo Monedero, Carles Pujol and Toni Rueda, among others) in live performances in which the composer frequently plays the roles of performer and master of ceremonies, approaching the pop paradigm once more.